jueves, 30 de diciembre de 2010

NARDA CARLOTA LEPES

- Doña Carlota: ¿En tu casa es el nene el que se ocupa de la cocina, no ?

- Pafuncia: (sarcástica) ¿ Su hijo ? No, para nada...

- Doña Carlota: Ah..¿ y cómo hacen entonces ? ¿ Compran comida hecha todos los días ?

- Pafuncia: ...

miércoles, 29 de diciembre de 2010

BRINDIS

- Paz, salud, trabajo..

- Felicidades...

- ¡ Feliz navidad !

- Un nieto para el 2011...

DIÁLOGOS DE NAVIDAD (continuación)

Durante la cena. En un momento en el que Ipuchín se había levantado de la mesa para ir al baño:

- Doña Carlota: (con cara de complicidad) ¿ Y nena... ?

- Pafuncia: ...

- Doña Carlota: ¿ Estás comiendo bien... ?

- Pafuncia: ...

- Doña Carlota: Digo, por si quedás embarazada...

- Pafuncia: (piedad, no otra vez) ...

- Doña Carlota: ¿ Este año puede ser, no ?

- Pafuncia: (incómoda) Y...

- Doña Carlota: ¿Pero piensan buscarlo para este año ?

- Pafuncia: ...

- Basualdo: (vociferando) Dejala tranquila, Carlota. Cuando lo decidan, vendrá...

- Doña Carlota: ¡Pero ella ya tiene 35 años !

Pafuncia piensa que la conversación va de mal en peor. Decide respirar profundo y guardar la calma, con el objetivo de mantener la armonía familiar, y el bienestar y equilibrio de la pareja).

- Pafuncia: ...

- Doña Carlota: A los 35 años...Si no se decide ahora... ¡No tiene mucho tiempo para esperar !

- Basualdo: (a Carlota, como si Pafuncia no estuviera presente) Pero eso es algo que ellos tienen que preparar, hay que tener los medios, buscar un lugar para dejar al chico cuando salen a trabajar...

- Pafuncia: ...

- Doña Carlota: ¿ Tienen guardería en tu trabajo ?

- Pafuncia: (eh ?) Eh...no, no, no tienen...

- Doña Carlota: (indignada) ¡ Qué raro ! Por ley, en una empresa en donde hay más de diez mujeres, tendría que haber una guardería !

- Pafuncia: (Cómo me gustaría organizarte una reunión con mi jefe para que te explicara que, por ejemplo, cobro más de la mitad del sueldo "en negro" y que, por ley, aunque esos ingresos no se tienen en cuenta ni para el aguinaldo, ni para las vacaciones, ni para la jubilación, ni para nada, a nadie pareciera importarle demasiado) Ah...

- Doña Carlota: Sí, así que si son más de diez mujeres, no habría problemas... ¿Vos pensás que este año, entonces...?

- Pafuncia: (saturada, tratando de guardar las formas, y preguntándose internamente en dónde diablos se metió Ipuchín) Mire, Carlota, este es un tema muy particular... Antes de llevarlo a debate público, primero tiene que ser hablado adentro de la pareja, ¿ no le parece ?

Doña Carlota: (sorprendida) Ah... ¿ Todavía no lo hablaron ?

- Pafuncia: (incómoda) Como le decía, es una decisión muy importante que implica mucha responsabilidad. No es como comprarse un perro.

- Doña Carlota: ...

Arrepentida por haber comparado la llegada de un niño con la compra de un perro, Pafuncia se ve obligada a agregar que "es  una decisión muy personal".

- Doña Carlota: Sí, sí, seguro...

- Pafuncia: ...

Doña carlota: ¿ Pero es él el que no quiere, no ?

- Pafuncia: ...

- Doña Carlota: ¿ Él no quiere o vos no querés ?

Pafuncia piensa que hablar con Doña Carlota es como hablar con las paredes. Ipuchín vuelve al living y retoma su lugar en la mesa.

- Pafuncia (por lo bajo, con voz amenazante, a Ipuchín): ¿A dónde te habías metido ?

- Ipuchín: (con cara de desganado) ¿Por...?

Doña Carlota: (mirando fijamente a Ipuchín, con cara de embobada) Qué lindo que va a ser mi nieto, si sale con la cabeza perfecta que tiene mi hijo...

Pafuncia: (sorprendida, eh? la cabeza? ¿ la forma de la cabeza ? ¿ las ideas que brotan de esa cabeza ? ) ...

Doña Carlota: (buscando la aprobación de Pafuncia) ¿ Qué ? ¿ No es perfecta la forma de la cabeza de mi hijo ?

Pafuncia: (??!!) Eh..sí, sí...

martes, 28 de diciembre de 2010

VERBORRAGIA

El 24 de diciembre, después del brindis que coronó la cena, nos quedamos a dormir en lo de los padres de Ipuchín. Como hacía calor, a eso de las dos de la mañana, fui hasta la cocina a buscar un vaso con agua. En el camino me encontré con doña Carlota que, al verme, vociferó:
- ¿ Tenés diarrea ?
- (Eh ?) No, no...Vine a buscar un vaso con agua...
- Ah, pensé que tenías diarrea...
- ...

DIÁLOGOS DE NAVIDAD (Parte IV)

Durante el momento de la apertura de regalos:

Pafuncia: (emocionada, luego de haber abierto un paquete con un llavero, uno con un porta escarba dientes de mimbre y otro con una bombacha rosa) ¡ Sábanas ! ¡Muchas Gracias, doña Carlota ! Las sábanas siempre vienen bien. (Sonriendo, a Ipuchín) ¡ Ahora vamos a poder tirar el juego de sábanas con agujeros !

Doña Carlota: Ay, nena, no se guardan sábanas con agujeros. Para algo trabajan, ¿ no ? El nene no tenía sábanas con agujeros ni cuando vivía en su departamento de soltero...

Pafuncia: (mordiéndose la lengua) ...

El único juego de sábanas con agujeros que tenemos es el que trajo "el nene" de su departamento de soltero, en donde dormía con un colchón tirado en el piso, y apilaba tres cajas de pizzas para usarlas como mesa de luz.

DIÁLOGOS DE NAVIDAD (Parte III)

Doña Carlota: (mirando fijamente a Ipuchín, con cara de embobada) Qué lindo que va a ser mi nieto, si sale con la cabeza perfecta que tiene mi hijo...

Pafuncia: (sorprendida, eh? la cabeza? ¿ la forma de la cabeza ? ¿ las ideas que engendra esa cabeza ? ) ...

Doña Carlota: (buscando la aprobación de Pafuncia) ¿ Qué ?¿ No es perfecta la forma de la cabeza de mi hijo ?

Pafuncia: (??!!) Eh..sí, sí...

DIÁLOGOS DE NAVIDAD (Parte II)

Siempre durante la cena.

Doña Carlota: (vociferando) ¿Quién te cortó el pelo, nena ? ¿Mi hijo?

Pafuncia: (incómoda, tratando de disculparse) Em...no, la verdad es que hubiera tenido que ir al peluquero antes de venir...Fui pero había mucha gente, entonces me volví..Lo tengo largo...

Doña Carlota: No me gusta cómo te queda.

Pafuncia: ...

Y yo que me quejo cuando, con timidez, mi viejo me pregunta dos días seguidos "cómo andan tus cosas", porque considero que me está invadiendo...

DIÁLOGOS DE NAVIDAD (PARTE I)

Durante la cena.

Doña Carlota: (horrorizada) ¿ Qué te pasó en la cara, nena ?

Pafuncia: (sorprendida, llevándose las manos a la cara) Eh ? ¿ A dónde ?

Doña Carlota: (señalando el angioma en la cara de Pafuncia) Ahí !

Pafuncia: (incómoda) Ah...Es un angioma, Carlota...Lo tengo desde que nací...

Doña Carlota: Ah ! Mirá si seré poco observadora, eh ?

Poco observadora, no sé; poco memoriosa, seguro. Cada vez que me ve, se horroriza de la misma manera, me vuelve a hacer la misma pregunta y vuelve a afirmar que es poco observadora.

viernes, 24 de diciembre de 2010

VAQUITA DORMILONA

¿Cuál será el origen de las expresiones Hacer una vaquita y Te hicieron la cama?

SUEÑO TEATRAL

Detrás de bambalinas. El director pasa y nos entrega un manojo de fotocopias para que repasemos el texto antes de salir a escena. Miro alrededor. No reconozco a nadie ni tengo idea acerca de cuál es la obra que está por ser representada. Se escucha el murmullo del público esperando a que se abra el telón. Todos los demás que van a participar en la obra parecen conocerse entre sí. Me tomo dos segundos para pensar; es muy probable que, en el texto que me dieron, mis líneas estén resaltadas con marcador amarillo (siempre las marco así); así, al leer la parte que me corresponde, voy a recordar todo. Empiezo a pasar las hojas una tras otra, apurada; no hay ninguna parte resaltada y el texto no me parece para nada familiar. Podría improvisar siguiendo los diálogos de mis compañeros pero cada personaje tiene parlamentos larguísimos con versos endecasílabos. Cuando escucho que los primeros actores ya están en escena veo una puerta y la abro; está oscuro, hay escobas, trapos de piso y otros productos de limpieza. Entro y cierro la puerta; es un lugar chiquito. Me quedo quieta y callada y pienso en qué es lo que van a hacer los actores que debían interactuar con mi personaje cuando se den cuenta de que yo no estoy en escena.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

ME HICE LAS UÑAS

En el trabajo hay dos chicas, amigas entre sí, que pasan la mayor parte del tiempo hablando del último baño de crema que se hicieron, de la sesión de cama solar a la que asistieron el día anterior, del color de camisa que mejor combina con una pollera "verde seco", de lo mal que le queda a X la corbata color rosa "puto" que se puso ese día, y cosas por el estilo.
Ayer soñé que una de esas chicas se acercaba a mi escritorio y me decía, mostrándome las manos: "Me hice las uñas". Yo levantaba la vista y veía, en el dorso de cada extremidad, pedazos de uñas rojas incrustados en forma de espiral.

jueves, 16 de diciembre de 2010

BLANCA Y RADIANTE IBA LA NOVIA

Cuando éramos chicos, la hija del medio de una pareja de amigos de mis padres jugaba siempre a que era la novia y se casaba. Cada vez que íbamos a la casa y tratábamos de consensuar sobre la actividad a compartir, ella corría al baño, se ponía una toalla de mano en la cabeza (para simular el tocado) y agarraba una flor de plástico o algo así, y clamaba para que jugáramos a eso. La mayoría de las veces terminaba jugando sola porque ninguno de nosotros quería seguirle el tren. Para un cumpleaños, recuerdo, "robó" la talquera de Mujercitas que acababa de recibir la hermana mayor como regalo y se espolvoreó de arriba a abajo para estar totalmente de blanco. Cuando jugaba a que tenía hijos, agarraba las muñecas de pelo largo y les lavaba la cabeza adentro del inodoro para prepararlas para ir a la escuela. Este es, quizás, un caso extremo pero ayer, mientras leía el recorte del bebé glotón y del sacaleche de juguete, me puse a pensar de qué manera la forma en la que nos inculcan cosas desde chicos puede terminar modificando nuestros propios deseos.  
Yo nunca escuché que ningún varón jugara a ser el novio emulando el día en que eventualmente se fuera a casar. A ninguno se le regala un bebé de plástico para el cumpleaños. ¿Acaso no convendría fomentar, en los niños, el espíritu paternal? ¿Qué nena no ligó, en su infancia, una escobita, un set de plancha, un lavarropas a pila, una batería de cocina o un juego de té? No entiendo por qué razón, a los pequeños hombres, en lugar de estimularlos con cosas parecidas, se les regalan rifles, rastis, bolitas, pocketers y playmobils.
Entiendo, sin embargo, que un poco de paridad contribuiría a facilitar la posterior tarea de reeducación del adulto macho.
He dicho.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

GERMEN DE TRIGO PARA NIÑOS

Esta es la historia de un ciempiés desempleado. El personaje en cuestión se llama Joaquín; Joaquín trabajaba como repartidor de pizzas (distribuía los productos en una alfombra voladora) y se quedó sin trabajo cuando el negocio con el cual había firmado contrato quebró (la especialidad del negocio eran las pizzas especiales con aceitunas verdes y, como luego de la guerra de guerrillas entre hormigas, ciempiés y gusanos de seda, los campos de aceitunas habían sido arrasados, todos los empleados del local más importante de la comuna habían sido dados de baja).
Joaquín tiene cinco hijos, lo cual equivale a seis bocas para alimentar y trescientos pares de patas que vestir y calzar (para los que quedaron enredados en la cuenta, él mismo es poseedor de cincuenta pares de patas y, cada uno de sus cinco hijos, repite la ecuación. El planteamiento del problema de la investigación consiste en la delimitación clara y precisa del objeto de la investigación que se realiza por medio de preguntas. Pregunta: si un ciempiés posee cinco hijos con la misma cantidad de extremidades cada uno, cuántos pares de patas tendrán en total, para calzar y vestir ? Respuesta: "Tendrán en total trescientos pares de patas". En fin, Joaquín queda entonces como cabeza de una familia mono-parental ya que Joaquina, la mujer y madre de sus hijos, había abandonado el campamento por razones desconocidas hacía más de cinco años. Su lucha diaria consistirá, entre otras cosas, en asegurar la subsistencia de su multipatática familia.

Continuará en próximos envíos.

lunes, 13 de diciembre de 2010

LA PROMO DEL VERANO

Este verano, en Frávega, si comprás un televisor LCD, LED o un aire acondicionado, te otorgan un vale para que los señores de Freddo te regalen un kilo de helado.

viernes, 10 de diciembre de 2010

CIRCO RODAS

Pafuncia es mutada a la oficina del sexto piso que regentea el circo para el que trabaja. Las oficinas del sexto piso tienen tres baños: dos para mujeres y uno para hombres. El baño de los hombres tiene dos inodoros y dos mingitorios. Los baños de mujeres poseen, cada uno, un solo inodoro. Como están recién mudados, en ninguno de los tres baños hay jabón.
Pafuncia sabe que nunca se puede estar completamente segura de que una persona que acaba de salir del baño se haya lavado las manos. Ahora, sin embargo, tiene la certeza de que ninguna lo ha hecho. Ninguna de las personas del sexto piso tiene las manos limpias. Pafuncia mira la gente pasar e imagina bacterias pegadas en las manos de los que entran y salen de los baños. Los gérmenes cuelgan y caen: sobre las mesas, sobre la alfombra, sobre las sillas y, particularmente, sobre las teclas de los teclados de cada uno de los empleados que, nerviosos y estresados, sacuden sus dedos al tipear.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

EJERCICIO

Prende dos velas y pone música de fondo. Se sienta sobre la alfombra azul, cierra los ojos y se deja caer sobre el piso del salón. Afuera empieza a oscurecer. Se acuerda del verano pasado y sonríe. Se para, busca una caja de crayones de colores y dos hojas, y se pone a escribir.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

INICO DE LA JORNADA LABORAL

A las cinco de la mañana, Pafuncia González escucha el despertador, interrumpe abruptamente el sueño, se remueve entre las sábanas, estira el brazo y trata de atrapar el celular; apaga la alarma y, aunque mentalmente planea seguir durmiendo, media hora más tarde, Pafuncia González entra a su oficina con marcas de la almohada incrustadas en la piel, y restos de lagañas secas colgando de sus largas pestañas.

jueves, 4 de noviembre de 2010

ONDAS DE AMOR Y PAZ

Pafuncia González decide enfrentar las adversidades cotidianas adoptando una nueva filosofía de vida: la filosofía del Ha-ha-chi. Cuando algo o alguien no le cae bien, no le sale, la perturba o la molesta, generando en ella un sentimiento negativo (enojo, malhumor, odio, bronca, celos, desesperación, malhumor, etc, etc, etc) sonríe interiormente (de ahí el HA-HA, que significa JA-JA, que da nombre a la doctrina) y lo hace con todo tu ser:  con los dedos de los pies, con los tobillos, con los pelos de las piernas, con la tibia, con el peroné, con el fémur, con la cadera, con el sexo, con el cúbito dorsal, con el estómago, con el esófago, con los pulmones, con los sesos, con la laringe, con la faringe, con la cavidad nasal...; y así, va recorriendo con su risa cada uno de sus órganos, de abajo hacia arriba, hasta llegar a la cabeza y desembocar en la boca para poder exteriorizar su sensación de bienestar. Y aún cuando la realización del ejercicio implicara la aparición de ciertas interferencias internas, Pafuncia combatirá todas sus dudas (¿debe continuar riendo con todas las porquerías que le están pasando?) reafirmando la fe en su nueva creencia. Entonces se pregunta si debe continuar riendo, reflexiona, hace un esfuerzo y se responde con ímpetu a sí misma: "Chi !", que significa "" pero, como lo está diciendo con la boca muy tensa y estirada por la risa forzosa que le provoca el ejercicio de la repetición del Ha, en lugar de un le sale un "Chi". Y este es el origen de la filosofía del Ha-ha-chi, que no es una religión, sino un estilo de vida que, si bien por el momento, cuenta con una pequeña (pero selecta) cantidad de adeptos, se perfila como una de las nuevas corrientes que moverá las telarañas del mundo.

martes, 2 de noviembre de 2010

jueves, 21 de octubre de 2010

ENVIDIA

¿ Por qué será que, por regla general, los triunfos de los demás nos remiten siempre a nuestros propios fracasos ?

miércoles, 20 de octubre de 2010

FELIZ DíA, MAMÁ

El domingo pasado llamamos a la madre de Ipuchín para saludarla por el día de las madres. Me contestó: "Gracias, nena. Espero que el año que viene también podamos saludarte a vos". Me sorprendió un poco su frase. Por un lado, me había pasado toda la tarde observando cómo los críos ajenos hacían renegar a sus padres mientras paseábamos por Recoleta y, por el otro, había terminado de releer el último libro que había tomado prestado en casa de Madre: Nos seré feliz pero tengo hijos, una especie de relato cómico en el que una señora desquiciada relata sus desventuras maternales. Como me quedé callada, volvió a insistir;  como seguía sin saber qué contestar, agregó: "a ver si lo ponés en funcionamiento...", a lo que balbuceé un sonido similar al de una risa sofocada, le agradecí (todavía no sé muy bien por qué) y le dije que le pasaba con "su hijo".
No le comenté nada a Ipuchín. Igual, deduzco que si la Mamma se anima a hacerme este tipo de planteos a mí, ya debe habérselos hecho a él, por lo menos, unas cuarenta o cincuenta veces.

martes, 19 de octubre de 2010

CORTEN

Estoy en el living de mi casa con un hombre de alrededor de 50 años. El tipo lleva traje, panza y corbata, y no es para nada atractivo. Hablamos; en un momento dado se me acerca, me murmura algo al oído y trata de besarme. No me sorprende su actitud. Me separo de él, lo miro a los ojos y le recuerdo que estoy en pareja. Me siento orgullosa de poder mostrarme firme, y feliz de haber logrado un estado de armonía con Ipuchín. Inmediatamente, el hombre vuelve a acercarse y a insistir; cuando trato de separarlo de mi cuerpo, una voz masculina grita: "¡Corten!". En ese mismo instante empiezan a aparecer utileros, iluminadores y escenógrafos que caminan alrededor nuestro y desvalijan el set. El living queda casi vacío. En uno de los rincones de la sala, el hombre que hasta hace pocos segundos había estado acosándome, guarda cosas adentro de una mochila y ni siquiera me mira. Camino hacia él, le pongo la mano sobre el hombro y lo hago girar hacia mí, le agarro la cara con las manos y le acerco mis labios a su boca. Antes de poder besarlo, me despierto.

lunes, 18 de octubre de 2010

PAFUNCIA GONZÁLEZ

Digamos que me llamo Pafuncia González, que vivo en algún lugar de esta gloriosa Buenos Aires, y que trabajo en uno de los tantos circos que pueblan la ciudad.
'Concubineo' con alguien a quien conoceremos bajo el nombre de Ipuchín y tengo tres amigos en ejercicio a los que llamaremos Pilfracia Pim, Tim y Tom.
Viví en Francia durante varios años y, como en esa época llevaba un registro electrónico en el que narraba mis aconteceres en París, Pilfracia me recomendó volver al ruedo y transformar mis desahogos verbales en un blog.
En esa época firmaba con nombre y apellido. Cuando volví a la Argentina, dejé de escribir.
Dedico este post, y los que vendrán, a mi querida Pilfracia; en primer término, porque fue quien me incitó a volver a redactar pero, sobre todas las cosas, porque creo que se transformará en la más fervorosa seguidora (sino en la única) de estas breves historias.