martes, 19 de octubre de 2010

CORTEN

Estoy en el living de mi casa con un hombre de alrededor de 50 años. El tipo lleva traje, panza y corbata, y no es para nada atractivo. Hablamos; en un momento dado se me acerca, me murmura algo al oído y trata de besarme. No me sorprende su actitud. Me separo de él, lo miro a los ojos y le recuerdo que estoy en pareja. Me siento orgullosa de poder mostrarme firme, y feliz de haber logrado un estado de armonía con Ipuchín. Inmediatamente, el hombre vuelve a acercarse y a insistir; cuando trato de separarlo de mi cuerpo, una voz masculina grita: "¡Corten!". En ese mismo instante empiezan a aparecer utileros, iluminadores y escenógrafos que caminan alrededor nuestro y desvalijan el set. El living queda casi vacío. En uno de los rincones de la sala, el hombre que hasta hace pocos segundos había estado acosándome, guarda cosas adentro de una mochila y ni siquiera me mira. Camino hacia él, le pongo la mano sobre el hombro y lo hago girar hacia mí, le agarro la cara con las manos y le acerco mis labios a su boca. Antes de poder besarlo, me despierto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Volvé a las tablas!!!!!

Pafuncia González dijo...

Volveré y seré millones.

Yo también me había olvidado..