Personajes: Pafuncia y un ex.
La escena transcurre en una casa imaginaria, con vista al mar.
La escena transcurre en una casa imaginaria, con vista al mar.
Ex (consternado): - Mirá, me parece que, como vas a empezar a dedicarte a la política, deberíamos dejar de vernos...
Pafuncia (segura de sí misma, y para nada sorprendida del comentario acerca de su eventual incursión en política): - Bueno, pero entonces te vas a tener que llevar a las dos mulas que dejaste en el jardín...
Ex: Sí, no hay problema.
El ex abre la puerta del jardín y agarra a cada una de las mulas de sus respectivas correas. Saluda de lejos, abre la puerta, atraviesa el jardín y se va. Pafuncia se asoma por la ventana de arriba y ve, hacia la izquierda, el mar y, hacia la derecha, al ex en la parada de colectivos de la esquina. Llega el micro esperado; el ex hace señas para detener al ómnibus, empuja a las mulas para ayudarlas a subir, sube él atrás y se va.
Pafuncia piensa: "Igual ya no tenía ganas de verlo...".
Del sueño como obediencia de vida. Punto final.
Del sueño como obediencia de vida. Punto final.