viernes, 8 de abril de 2011

LUZ, HELADERA, ACCIÓN

Mientras cocina (cuando cocina), a Pafuncia le gusta imaginar que se encuentra subida a una tarima ubicada en el set de tevé de un canal gourmet. Entonces le habla a la ventana del noveno piso de su departamento (esa que da al patio interno de la vieja del primero), y hace ademanes como si estuviera dirigiéndose a una cámara (la número uno): "Señora, añada una pizca de sal a la preparación y luego revuelva de esta manera", dice en voz alta mientras remueve -no sin poco esfuerzo- el contenido grumoso que flota adentro de su olla. De tanto en tanto improvisa algún paneo hacia su costado derecho y exagera una sonrisa al cambiar de campo de acción; en esos casos fija la vista en la parte superior de su heladera, sonríe y, tratando de impostar la voz, anticipa: "Ahora, preparamos lápiz y papel para anotar los ingredientes...". Y ahí nomás empieza la enumeración, alternando varias veces la mirada entre los imanes pegados sobre la puerta del freezer y el vidrio de la ventana: "Tomates (deja un espacio de silencio como para crear un poco de suspenso), DOS (los que encontró en la heladera); azúcar (deja otro espacio), tres cucharaditas...". Y así. Algunos días, Pafuncia improvisa una variante y trata de cambiar de programación. En esos casos, se sirve de una espátula de madera o de un escobillón para tratar de cantar. Desde luego, siempre prefiere el micrófono de pie a la versión manual del utensilio.

1 comentario:

Unknown dijo...

te imagino!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! me mori de risa