sábado, 25 de agosto de 2012

VEINTICINCO DE AGOSTO


En español hay diecisiete tiempos verbales. Esto lo digo hoy, un día veinticinco del mes agosto. Lo digo una vez. Al tratar de escribir “digo”, de primer intento, me sale la palabra “dogo”. El mes de agosto es el mes número ocho. Los números me aburren; los números siempre me aburrieron. Los dogos son perros peligrosos.
Allez, frases, mix. Pasado, Presente y Futuro.
Ayer miré la película Stranger than fiction. Me acordé de lo mucho que me gustan Dustin Huffman, Emma Thomson y Maggie Gyllenhaal. Si j’avais un poisson rouge, je l’appellerais Maggie. Maintenant que j’y pense, ce serait difficile de faire la distinction entre un mâle et la femelle. De toute façon je n’en aurai pas (de poisson rouge, se entiende), ça me rendrais malade de le voir tourner en rond autour de son bocal.
Ante la curiosidad que me generaron comentarios varios, conseguí Rafaela y lo leí; tardé menos de dos horas; lo empecé a las doce de la noche y lo terminé casi a las dos. 
Siempre que puedo miro The Dog Whisperer y trato de domesticar a Amélie. Theory is always easier than practice but it’s always worth (and fun) to give it a try. 
Amélie makes me happy.
R makes me happy. Si logro convencerlo, esta noche lo llevo a ver Las de Barranco. De sopetón, de prepo, de Gregorio de Laferrère. Me gustan las obras a la gorra. 
Siempre que puedo escucho France Inter, MFM ou Nostalgie. Le fait d’écouter MFM me fait penser aux jours où je faisais mes courses au G20 de la rue Lépic.
Tengo que pasar la clase de italiana.
En cuanto afloje un poco el frío nos vamos a Mar del Plata; en cuanto saque la grande, nos vamos pa' Nueva York.
C'est tout.

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