En español
hay diecisiete tiempos verbales. Esto lo digo hoy, un día veinticinco del mes
agosto. Lo digo una vez. Al tratar de escribir “digo”, de primer
intento, me sale la palabra “dogo”. El mes de
agosto es el mes número ocho. Los números me aburren; los números siempre me
aburrieron. Los dogos son perros peligrosos.
Allez,
frases, mix. Pasado, Presente y Futuro.
Ayer miré
la película Stranger than fiction. Me
acordé de lo mucho que me gustan Dustin Huffman, Emma Thomson y Maggie Gyllenhaal.
Si j’avais un poisson rouge, je l’appellerais Maggie. Maintenant que j’y
pense, ce serait difficile de faire la distinction entre un mâle et la femelle.
De toute façon je n’en aurai pas (de poisson rouge, se entiende), ça me rendrais
malade de le voir tourner en rond autour de son bocal.
Ante la
curiosidad que me generaron comentarios varios, conseguí Rafaela y lo leí; tardé menos de dos horas; lo empecé a las doce de la
noche y lo terminé casi a las dos.
Siempre que puedo miro The Dog Whisperer y trato de domesticar
a Amélie. Theory is always
easier than practice but it’s always worth (and fun) to give it a try.
Amélie
makes me happy.
R makes me
happy. Si logro convencerlo, esta noche lo llevo a ver Las de Barranco. De sopetón, de prepo, de Gregorio de Laferrère. Me
gustan las obras a la gorra.
Siempre que
puedo escucho France Inter, MFM ou Nostalgie. Le fait d’écouter MFM me
fait penser aux jours où je faisais mes courses au G20 de la rue Lépic.
Tengo que
pasar la clase de italiana.
En cuanto
afloje un poco el frío nos vamos a Mar del Plata; en cuanto saque la grande, nos vamos pa' Nueva York.
C'est tout.
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