viernes, 21 de enero de 2011

CATÁLOGO DE BESOS LABORALES

Hay detalles de la vida laboral a los que nunca me voy a poder adaptar. Esta costumbre de mostrarnos amables, querendones y efusivos con todos los demás (aunque los conozcamos poco y nada) me incomoda bastante. Sobre todo en una empresa en donde, en cada piso, somos alrededor de treinta personas cuyos horarios de entrada y salida varían entre las seis de la mañana  y las diez de la noche (siempre hay alguno que llega y otro que se va).

BESO-LADRILLO: dícese del beso efectuado por el morocho que entra a las diez de la mañana. El sonido del chuick viene acompañado por un movimiento de mandíbula digno de un delantero en cumplimiento del deber (se prepara, apunta de costado y remata al arco de la mejilla con un golpe de cabeza).

BESO PELUDO: dícese del beso realizado por las chicas de pelo largo (y suelto). Luego de acercarse a la persona a la que quieren saludar, inclinan brusca y sensualmente su cuello hacia adelante; indefectiblemente, el manojo de crines llega al lugar del encuentro antes que la boca, y uno siempre termina con un puñado de pelos entre los dientes.

BESO OLOROSO: el que delata el almuerzo que saborearon los que entran después de la una. Dentro de esta categoría se ubica el famoso beso cigarrillero que, por supuesto, es aquel que proviene de la boca del flaco de las dos, que se fuma un pucho justo antes de subir a la oficina.

BESO PERFUMERO: el que nos obliga a aspirarnos la fragancia de turno que eligió la chica fashion del departamento de publicidad.

BESO ARETÓN: el que nos da la que usa aros de argolla grande, tipo gitana. Pasa lo mismo que con las de los pelos; por propio peso, el aro de la saludadora llega siempre antes que la boca y uno termina haciendo rechinar sus propios incisivos contra alguna parte del metal.

BESO RESFRIADO: el que te dan los que entran refregándose la nariz con una carilina; suele servirse precedido de un par de estornudos.

BESO PALMERIL: el que viene acompañado de una palmada de hombro, espalda o cabeza, según el grado de confianza que el emisor de tal muestra de afecto considere que te tenga.


Continuará.

3 comentarios:

Unknown dijo...

totalmente acertado!

Stella M. Alonso dijo...

Hola

Recién descubro tu blog. Que bien escribís!!!!Realmente los relatos son muy divertidos.
Trabajo en una Pime un poco al margen de esas "obligaciones sociales", pero pueblo chico..infierno grande.
Las relaciones humanas siempre son complejas.

Besos

Pafuncia González dijo...

Clamo por una pyme que se mantenga al margen de las obligaciones sociales ! Muy complejas. Y a mí me cuesta encajar en grupos grandes así que, doblemente acomplejada...